Vive “wellness” para dormir mejor
Parece que hacer un entrenamiento fuerte e irse inmediatamente a la cama son incompatibles, ¿no? Sin embargo no deberías desterrar el wellness si quieres mejorar la calidad de tu sueño.
En términos generales necesitamos realizar un mínimo de actividad física o wellness para que nuestro cuerpo necesite un descanso. Es más fácil quedarse dormido si hemos caminado o hecho deporte que si no nos hemos movido de la silla.
El wellness, además, mejora nuestra capacidad respiratoria. Es una manera fantástica de combatir la apnea de sueño. Además el wellness también reduce el estrés, ya que cuando nos ponemos en movimiento segregamos endorfinas, “las hormonas del buen humor”. Con lo que es menos probable que nos llevemos las preocupaciones a la cama.
Michael Grandner , psicólogo de la Universidad de Pensilvania, descubrió en un estudio que no sólo quienes hacen ejercicio son más propensos a tener mejores hábitos de sueño. Y eso aunque sea simplemente caminando. Además los efectos son aún más fuertes para las actividades pautadas regularmente. Así que para que nos beneficiemos de los efectos del wellness en nuestro sueño tenemos que hacer de él un hábito.
La única precaución que debemos tomar ante una actividad wellness de alta o mediana intensidad es terminarla entre 2 y 3 horas antes de acostarnos. Así damos tiempo a nuestro cuerpo a regular el ritmo cardíaco. Y a bajar la temperatura. Rutinas relajantes como tomar un baño caliente son una gran ayuda para completar esta transición.
También hay otras alternativa a las actividades wellness de alta intensidad, si quieres evitar acelerar demasiado tu metabolismo. Son el yoga, el taichi o el pilates. Estas disciplinas trabajan la relajación y el control postural, reducen la tensión muscular y te ayudan a controlar la respiración. Aspectos todos ellos clave para poder conciliar el sueño correctamente.
Asimismo, el mindfullness ha demostrado los efectos positivos de la meditación diaria a la hora de liberar nuestra mente de las tensiones y el estrés que muchas veces nos impiden “pegar ojo”.
Vida saludable, sueño saludable.