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Detrás De La Pesadilla: Mitos Y Verdades

Detrás de la pesadilla: mitos y verdades

¿Qué es una pesadilla? ¿las hemos experimentado realmente? Lo que hace que una pesadilla lo sea no es lo inquietante de la historia, sino la respuesta de nuestro cuerpo.

Entre un 4 y un 8% de la población mundial experimenta la pesadilla con cierta cotidianidad y los niños suelen ser quienes más la padecen, seguidos en segundo lugar de adolescentes.

El catedrático de Psiquiatría de Harvard Allan Hobson, señala que contrariamente a la creencia, la pesadilla ocurre durante la fase 4 del sueño no REM, que disminuye a partir de los 30. Por ello la pesadilla sería menos frecuente en adultos.

Las inseguridades y los miedos son el detonante número uno en las edades más tempranas. Pero las pesadillas recurrentes en adultos se asocian a traumas, trastornos psiquiátricos (como la esquizofrenia o el trastorno obsesivo compulsivo). O incluso determinados tipos de medicaciones. Como antidepresivos, potenciadores cognitivos, estatinas, etc.

La revista Sleep fue más allá estableciendo conexión entre pesadillas recurrentes en niños y propensión a experiencias psicóticas en la adolescencia. No obstante, el estrés y la fatiga sin más, también pueden estar detrás de la experiencia desagradable de una pesadilla.

Según un estudio de European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience, los temas más recurrentes de la pesadilla son: caer al vacío, ser perseguido, llegar tarde, la muerte de un ser querido, el fracaso y quedar paralizado. Los hombres experimentan sobre todo pesadillas que tienen que ver con la violencia y la pérdida de trabajo. Las mujeres lo hacen con el acoso sexual y la muerte de un ser querido.

Pero tu mayor preocupación a estas alturas seguro que es: ¿tiene solución? Afortunadamente, cuando la raíz de las pesadillas no es fisiológica, sí. Las terapias psicológicas y conductuales te ayudarán a dejarlas atrás poco a poco para siempre.

Además de trabajar sobre los miedos/traumas vitales, el método más conocido es “reinventar el guión”. Esto consiste en escribir o visualizar la pesadilla antes de dormirse, reinventando otro guión, para que poco a poco nuestro cerebro vaya asumiendo esta historia alternativa.

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