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Parálisis Del Sueño

Parálisis del sueño

La parálisis del sueño es un trastorno del sueño en el cual la persona que lo sufre siente que está consciente pero que es incapaz de mover su cuerpo o hablar, aunque sí puede percibir lo que está sucediendo a su alrededor. 

Se produce en consecuencia a una descoordinación entre algunas áreas del cerebro y aquella parte del sistema nervioso que es la responsable de dar órdenes a los músculos voluntarios del cuerpo.

Durante la fase REM (Rapid Eye Movement o MOR, Movimiento de Ojo Rápido en español) se producen los sueños. Para evitar que nos movamos al reaccionar ante ellos y podamos dañarnos, nuestro organismo activa la atonía muscular. Esto quiere decir que la actividad de nuestros músculos voluntarios se suprime durante el sueño.

Una vez que pasamos a otra fase del sueño o nos despertamos, dicha atonía muscular llega a su fin. Sin embargo, en algunas ocasiones es posible que la persona se despierte y la atonía muscular no haya llegado a su fin. Lo cual provoca la parálisis del sueño dando lugar a la incapacidad para moverse voluntariamente a pesar de que la persona haya recobrado la consciencia.

Los episodios con frecuencia van acompañados de experiencias hipnagógicas, que son alucinaciones visuales, auditivas y sensoriales.

Estas ocurren durante la transición entre dormir y despertarse, y consistentemente caen en una de tres categorías:

  • Intruso: Existen sonidos de perillas de puertas abriéndose, pisadas lentas, la sombra de un hombre o sensación de presencia amenazadora en la habitación.
  • Íncubo: La persona siente presión en el pecho, dificultad para respirar y una sensación de estar siendo asfixiada, estrangulada o abusada sexualmente por un ser malévolo. La persona cree que morirá.
  • Vestibular: Una sensación de girar, caer, flotar, volar, desplazarse sobre el cuerpo de uno mismo y otro tipo de experiencia extracorporal.

Del 50 y 60% de la población ha sufrido algún episodio de este tipo en su vida y, por lo general, se asocia a niveles de estrés altos, ansiedad y malos hábitos del sueño, aunque también puede ser consecuencia de enfermedades físicas o mentales de mayor gravedad. Si quieres conocer más información sobre otros trastornos raros del sueño pincha aquí.

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