Marina Ponce nos habla de la filosofía Feng-Shui.
La filosofía Feng-Shui, cada día gana más adeptos entre celebridades, empresas y particulares de todo el mundo. Ciudades como Hong Kong no levantan un sólo edificio sin contar con la firma en el proyecto de un titulado en la materia. Y cada vez más arquitectos como Norman Foster lo aplican a su trabajo, así como una legión de decoradores. Y ha demostrado ser una filosofía eficaz a la hora de armonizar espacios que tiene más que ver con el sentido común de lo que creemos. Conceptos como la organización, de moda con las viviendas reducidas, es sólo uno de los ejemplos de las ideas abordadas por esta disciplina hace ya más de 3.000 años…
El Feng-Shui nos da pautas sobre los más diversos elementos: arquitectura/distribución, accesos (ventanas y puertas), luz, colores, formas, elementos naturales… ¿Cómo debemos aplicarlos a nuestro dormitorio para conseguir un óptimo ambiente de relajación?
Sin hacer un estudio previo, lo único que podemos hacer es tomar decisiones generales como evitar tener la cabeza bajo una ventana o no dificultar la apertura de una puerta (válido en la mayoría de los casos). Y bajo ningún concepto dormir bajo vigas o pegar tu cabecero con el cuarto de baño u otro elemento de agua.
También es muy importante la orientación de la cama. Hay unas orientaciones que son beneficiosas y otras que no. Pasa algo curioso con los bebés: da igual cómo los dejes situados en la cuna; ellos van reptando hasta poner su cabecita SIEMPRE en el mismo lugar. Los adultos, sin embargo, como estamos limitados por cabecero, pies, etc, no lo hacemos. Y la mala orientación puede afectarnos: insomnio, dolor de cabeza…
La filosofía Feng-Shui establece diferencias si el dormitorio es individual o si lo compartimos. ¿Qué hay que tener en cuenta?
Todos tenemos un perfil energético que nos condiciona para dormir y, además, explica la química que tenemos o no con otra persona. Cuando estudiamos un cuarto, analizamos el perfil de cada uno, su compatibilidad, por si hay que equilibrar las energías residentes que les afectan cuando están mucho tiempo allí y las orientaciones de los dos para buscar la que les es más favorable. Luego, lo decoramos con colores, materiales y formas adecuados a la información que nos proporcionan las 4 escuelas del feng shui clásico. Todo quedando precioso, occidental, apetecible, lujoso, acogedor, delicioso…
¿Deberíamos adaptar nuestro dormitorio a las distintas edades o momentos vitales y emocionales?
La energía de la casa hasta que la reformes integralmente es exactamente la misma. Sólo tienes que tener en cuenta la escuela del Xuan Kong, para alguna “cura” en concreto.
El Feng Shui afirma que cuando tu casa se ordena, tu vida se ordena. ¿Hasta qué punto esto es así?
100% Real. Las casas con filosofía Feng-Shui están limpias, huelen bien, están ordenadas y no te chocas con los muebles al pasar. Están divinamente iluminadas, son acogedoras, espaciosas…¡Aunque sólo tengas 26 m2 como una clienta mía!
¿Qué pautas de organización nos recomendarías seguir en nuestra estancia desde la perspectiva Feng-Shui?
Lo más fácil es recurrir a la escuela de la Formas y utilizar la técnica de los “5 animales celestiales”. Para estar bien, se necesita: Tener las espaldas cubiertas (que no sientas “que viene el Samurai a cortarte la cabeza”). Espacio delante (para que tu Ave Fénix pueda volar). Si te ponen a trabajar o a dormir con una pared delante de la cara, es como cuando te castigaban de pequeño, de cara a la pared. Y luego, necesitas que tu flanco del Dragón, que te cuida la salud, sea alto. Es decir, una estantería, un perchero, una planta alta. Y en cambio, tu flanco del Tigre, que protege tu economía, sea más bajito, con una mesa auxiliar con una lámpara de pantalla blanca o redonda. Y esto se aplica a TODO. A tu cama, a tu sofá, a tu escritorio, a tu mesa en el trabajo… A todo.
El camino de la armonización no siempre es perfecto. Puede que nuestra vivienda no esté distribuida u orientada arquitectónicamente según el Feng-Shui o que el problema sea el espacio reducido. ¿Qué hacer en estos casos?
Utilizar colores, materiales y formas. Lo bueno de hacer un estudio, es que la casa queda PERFECTA a nivel energético, de distribución y de decoración. Parece más grande, es más bonita, está fenomenalmente iluminada, cada cosa en su sitio, facilita mucho el moverse ahí dentro, respira armonía, bienestar, es acogedora, te abraza y te envuelve. En fin, que se convierte en una verdadera gozada!
Cualquier olor que te dé una bofetada al entrar, por excelente que sea, no es Feng-Shui. Con el ahorro y las luces LED hemos perdido la calidez de la incandescencia, pero no podemos resignarnos. La iluminación es la responsable de la sensación de hogar.
¿Qué sencillas adaptaciones podríamos realizar para que nuestro espacio de descanso sea potencialmente más agradable y relajante?
Limpiar, ordenar, vaciar y mirar con ojo crítico. Si puedes, hazle una foto con el móvil, pues cualquier defecto o detalle como cables, cuadros torcidos o cosas acumuladas en la mesilla, se ven de forma más evidente en una fotografía.
Hay otros aspectos no tan físicos como la ventilación de la estancia, los aromas, etc… que el Feng-Shui considera asimismo importantes. ¿Qué nos puede decir de ellos?
Las casas que sólo dan a una fachada son un verdadero drama. La energía se estanca, y como tal, los olores, la humedad… El olor es vital en una casa, es decir, el NO olor, porque cualquier olor que te dé una bofetada al entrar, por excelente que sea, no es Feng-Shui. Y yo hablo siempre mucho de la iluminación. La iluminación es responsable de la calidez y de la sensación de hogar. Ahora, con el ahorro y las luces LED, hemos perdido la calidez de la incandescencia, pero no podemos resignarnos. Hay unas bombillas neutras, que en lámparas bajas, y con pantallas adecuadas, pueden ayudar a recuperar esa importantísima sensación de hogar.
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