El descanso en la adolescencia

El descanso en la adolescencia es fundamental ya que desempeña un papel destacado tanto para el desarrollo físico como el mental de la persona. Durante la adolescencia los jóvenes pasan por cambios físicos, psicológicos, y sociales que les van preparando para la vida adulta.

Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del cuerpo experimenta un reajuste temporal que invita a dormirse y a despertarse más tarde. Este cambio es probable que se deba a que la melatonina (una hormona que regula el patrón sueño-vigilia) se libera más tarde por la noche en los adolescentes que en los niños y en los adultos.

Esto dificulta que los adolescentes logren conciliar el sueño temprano por la noche, y se encuentren más cansados al despertarse por la mañana. Perder una o dos horas de sueño cada noche puede generar, a largo plazo, un déficit de sueño muy importante.

Esta falta de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de un adolescente, con consecuencias que van desde el absentismo escolar, somnolencia, cansancio y pérdida de motivación, y dificultades para su control de la atención, de las emociones y del comportamiento.

Muchos adolescentes tratan de ganar horas de sueño durante el fin de semana, y hasta cierto punto esto funciona, pero también unos patrones de sueño irregulares causan problemas. Modificar el patrón sueño-vigilia en unas horas durante los fines de semana puede alterar el ciclo normal de sueño.

Lo más aconsejable es establecer horarios regulares de sueño para toda la semana, incluso para el fin de semana. Los padres deberán evitar que los sábados y domingos duerman muchas horas y se levanten a mediodía. De esta forma, les será más fácil conciliar el sueño por la noche.

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