Dormimos menos con la edad, ¿por qué sucede?
Se considera que una persona tiene una buena calidad del sueño cuando el tiempo que ha dormido le permite estar descansado a lo largo del día siguiente, su sueño no se ve interrumpido y es lo suficientemente profundo para resultar reparador. A medida que pasan los años, la capacidad para quedarnos dormidos o, incluso, de dormir una noche seguida sin despertarnos se reduce. A continuación, os detallamos porque dormimos menos con la edad.
No todo el mundo necesita las mismas horas de sueño, por lo tanto, la cantidad de sueño que necesitamos según la edad puede variar un poco entre personas. No obstante, se puede determinar un patrón por edades o fases de la vida. En general, las horas necesarias o idóneas de sueño para estar descansados son:
Recién nacidos (0-3 meses): deben dormir entre 14-17 horas al día, aunque también se considera como aceptable que este tiempo sea de 11 a 13 horas. Pero no debe superar las 18.
Bebés(4-11 meses): su tiempo de sueño se sitúa entre las 12 y 15 horas. No debería ser inferior a 11-13 horas, ni superar las 16-18.
Niños pequeños (1-2 años): no deberían dormir menos de 9 horas y más de 15 o 16, en este caso la recomendación de tiempo de sueño diario se sitúa en 11-14 horas.
En edad preescolar (3-5 años): el tiempo ideal dedicado a dormir es de 10-13 horas, pero no debe ser inferior a 7 ni superior a 12.
En edad escolar (6-13 años): en este caso el tiempo de sueño necesario se reduce a 9-11 horas.
Adolescentes (14-17 años): lo más adecuado es que duerman de 8,5 a 10 horas diarias.
Adultos: Una vez alcanzada la mayoría de edad, el tiempo óptimo de sueño necesario es de 7-9 horas al día.
Personas mayores (más de 65 años): lo más saludable para ellos es que el sueño ocupe 7-8 horas al día. Sin embargo, es frecuente que la calidad del sueño se vea reducida.
Con la edad, los patrones de sueño cambian y la mayoría de las personas se enfrenta a más dificultades para quedarse dormidos, además de que se despiertan más veces durante la noche y se levantan antes. Otra característica del sueño en los individuos de edad avanzada es que su despertar matinal es más abrupto porque su sueño es más ligero, ya que pasan menos tiempo durante la noche en la fase de sueño profundo.