Coaching para la vida: alcanzar tus sueños aún es posible.
¿Alguna vez te has sentido frustrado por no cumplir tus sueños? ¡El cambio todavía puede tener lugar! Eso es lo que dice el coaching, la revolucionaria disciplina que cambia vidas y carreras. ¿Te atreves a ponerla en práctica?
Aunque cada vez oímos hablar más sobre el coaching, su rango de acción se desdibuja para muchos con el de disciplinas como la psicología, la consultoría o el mentoring. Nada más allá. El coaching te ayuda a salir del cascarón de las emociones para ver con más claridad el escenario y advertir las soluciones que antes se te pasaban por alto y además te da las herramientas. Te ayuda a desarrollar las capacidades que necesitas (como la empatía y la asertividad) para lograr tus objetivos. El coaching te ayuda a pescar, más que darte los peces. A encontrar la verdad por ti mismo, como Sócrates.
La gran pregunta que el coaching aplicado a la vida nos invita a hacernos es: ¿qué es lo importante para ti? No se trata de lo que la sociedad dicta que debe de ser importante, sino de lo que realmente es importante para nosotros. Nuestros objetivos deben motivarnos a nosotros y deben ser tan fuertes que nos motiven HOY. Pero el coaching no entiende de objetivos vagos; nos insta a concretarlos para que sean fáciles de medir y alcanzar. Objetivos como “quiero una vida mejor” no nos sirven. Un coach nos invitaría a preguntarnos más bien: “¿Cómo sabrás que lo has conseguido?”. Unos acabarán descubriendo que desean conseguir una pareja, otros cambiar de trabajo…
Incluso si sentimos que nuestras circunstancias y responsabilidades nos limitan, podemos encontrar el camino. Por ejemplo, un ascenso que nos conllevaría vivir lejos de nuestra familia. En esos casos, el coaching nos ayuda a conocer los valores detrás de cada opción para encontrar un objetivo muy atractivo que englobe ambas. Las únicas barreras que se interponen entre nuestros sueños y nosotros son las barreras mentales. Tanto las propias, como las que dejamos que nos contagie el entorno.
Da igual si nos dicen que algo es imposible. El coaching nos diría que nadie nos da garantía de lograrlo, pero sólo nosotros podemos explorar si es posible. Y desde luego la motivación es el mayor catalizador que existe. Nos inspira, nos impulsa y nos convierte en la mejor versión de nosotros mismos. A la adversidad no debemos permitirle más que hacernos crecer. Y no debemos mirar al pasado más que para recordar nuestros éxitos y las capacidades que demostramos, para ser conscientes de nuestros recursos y automotivarnos.
Debemos centrarnos en el aquí y el ahora, pues las emociones como la melancolía o la ansiedad surgen al mirar atrás o adelante. No hay mayor enemigo para nuestro bienestar que una mente que no está en calma y focalizada. Y nuestra actitud es poderosa. El coaching recuerda que nuestro bienestar no depende de lo que nos sucede, sino de cómo lo experimentamos. Seguro que hemos visto a personas con una vida aparentemente perfecta que viven en la insatisfacción y tristeza permanente; y otras, que pasando muchas dificultades, disfrutan de su vida de forma maravillosa.
El coaching no quiere que olvidemos nuestros sueños, ni que los persigamos a lo loco como unos utópicos. El coaching nos muestra el camino, nos da los zapatos. En nuestra mano está el echar a andar hacia nuestros sueños. Osinvitamos a leer la entrevista completa al coach Daniel Álvarez de Benpensante en nuestro último número de Soñadores y profundizar hacia las claves de vuestro propio éxito!