¿Es bueno dormir sin almohada?
Siempre hablamos del colchón como el elemento principal que nos ayuda a conseguir un descanso de calidad. Sin embargo, no es el único producto que afecta al sueño. La elección de los complementos que nos acompañarán durante toda la noche es primordial. En este post, vamos a resolver otra de las dudas que suelen surgir cuando hablamos de dormir bien, ¿es bueno dormir sin almohada?
Los médicos recomiendan que únicamente los bebés duerman sin almohada, ya que por su tamaño, existe una importante desproporción entre su cabeza y su cuerpo que hace que su espalda quede recta. Sin embargo, a medida que crecemos, también suele hacerlo nuestra dependencia a un soporte que eleve ligeramente nuestro cuello.
Aunque se puede dormir sin almohada, no es lo más recomendable. Sin embargo, podrían hacerlo aquellas personas que duermen boca arriba, boca abajo y tienen una complexión física pequeña. Las personas que, pese a dormir boca arriba o boca abajo quieran hacerlo con almohada, lo ideal es optar por una almohada muy baja.
En el resto de los casos, no es bueno dormir sin almohada dado que haría que nuestra cabeza colgara ligeramente, inclinando el cuello y forzando una postura antinatural durante muchas horas. Debemos tener en cuenta que el principal factor que determina un buen descanso es la correcta alineación de la espalda y el cuello, es decir que, al acostarnos, la columna vertebral al completo quede recta, como cuando estamos de pie, pero sin la presión del peso sobre los discos.
Sin embargo, que necesitemos una almohada para descansar mejor no quiere decir que cualquiera sea válida. La almohada es, sin duda, el producto de descanso más personal. Prueba de ellos es que muchas parejas, pese a dormir en el mismo colchón, tienen almohadas distintas que dan respuesta a necesidades diferentes.
Conocer qué almohada es la más adecuada por nuestra forma de dormir, fisionomía y necesidades, es fundamental. Al igual que el uso de una almohada puede ser muy beneficioso para conciliar el sueño, una almohada inadecuada puede originar problemas como contracturas musculares y tensiones cervicales.
Como con los colchones, no existe una almohada perfecta, sino una que se adecue en mayor o menor medida a ti, a tu forma de dormir. Lo que debes considerar en primer lugar es la posición en la que duermes de manera habitual. Y es que una persona que duerme de lado no requiere lo mismo que una que prefiere hacerlo boca arriba.
A la hora de elegir la almohada también debemos tener en cuenta el colchón que utilizamos, y si es más o menos adaptable. Cuanto más firme sea el colchón, seguramente sea conveniente optar por una almohada más alta. Si se trata de un colchón más adaptable y blando, la almohada podrá ser más baja.
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