¿Tu cerebro es más inteligente cuando duermes?
Tu cerebro no para de trabajar mientras duermes. Descubrimientos como la estructura del átomo, la insulina, la tabla periódica o la máquina de coser. El germen para creaciones como Frankenstein, el Dr Jekill y Mr Hyde o Terminator. Todos tienen el mismo punto de partida: la almohada.
A finales del siglo XIX, el psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus realizó diversos experimentos. Llegó a la conclusión de que dormir servía para que el cerebro consolidase lo que habíamos aprendido durante el día. Además evitaba que lo olvidásemos y nos preparaba para aprender al día siguiente.
Un siglo más tarde, dos investigadores de la Universidad de Chicago, comprobaron que efectivamente durante el “descanso”, el cerebro sigue trabajando a toda máquina.
Cuando nos dormimos, nuestro cerebro puede dejar de captar información y distanciarse de los problemas. Así se concentra al fin y al 100% en procesar analizar, seleccionar y potenciar lo más relevante.
La psicóloga de Harvard Deirdre Barret descubrió además que durante la fase REM (sueño profundo) el córtex prefrontal dorsolateral del cerebro (relacionado con la acción deliberada y la evaluación racional) apenas registra actividad, lo que aumenta la creatividad. Es decir, la posibilidad de hacer asociaciones diferentes. Esto es algo muy familiar a los niños, todavía en proceso de aprendizaje social de las normas. Por ello, al pensar de forma escapista a la lógica, vislumbran la solución mucho antes que los adultos y logrando plantear propuestas más ingeniosas.
A la luz de todos estos descubrimientos, la comunidad científica ha tenido que dejar de considerar el sueño como una interrupción u ausencia de actividad en nuestro cerebro. Ahora concluyen que el sueño no es ni más ni menos que otra forma de pensamiento.
Así que ya sabes. Puede que eso de “consultarlo todo con la almohada” sea, después de todo, la mejor idea… o el principio de ella.